Óscar Mestre lidera un apasionante proyecto vitivinícola. Bajo su dirección, en la bodega resaltan dos variedades excepcionales: la Moscatel de Alejandría, una joya entre las uvas blancas, y la Giró, una destacada entre las tintas. Estas cepas son la esencia de los vinos más distintivos, exhibiendo sus cualidades de manera clara. Junto a ellas, la Monastrell y la Bobal también enriquecen su atractivo repertorio. Sin embargo, la labor más sobresaliente de Óscar radica en la recuperación de uvas autóctonas menos conocidas, como la Trepadell, la Arco, la Forcallat, la Malvasía y la Merseguera.
Bajo la guía de Óscar, los viñedos siguen prácticas tradicionales y se cultivan en condiciones de secano riguroso. Estas parcelas en terrazas varían en altitud, desde zonas cercanas al nivel del mar hasta aquellas a 700 metros sobre el nivel del mar. La viticultura se lleva a cabo de manera orgánica, priorizando productos ecológicos cuando es posible, lo cual es un desafío en una región con alta humedad.
La filosofía de Óscar en la vinificación es clara: busca que cada vino refleje con claridad el carácter único de cada variedad y el terroir de cada parcela. Esto se logra a través de la crianza en diversos tipos de recipientes, como tinajas de barro, barricas de 500 litros, damajuanas de cristal y depósitos de acero inoxidable.