Llegados directamente desde el norte de Italia, Massimo y Antonella establecieron su morada en Bonastre en el año 2001, con el anhelo de construir un estilo de vida más sostenible. Dieron vida a la finca Mayol, afrontando desafíos titánicos mientras sentaban los cimientos del proyecto Partida Creus.
Este proyecto destila un absoluto respeto por el entorno, honrando la historia de la región al través de la revitalización de variedades autóctonas. Cartoixà, Vinyater, Garrut, y diversos Sumolls de grà petit i grà gros, se entrelazan en el mosaico que Massimo despliega año tras año, siempre avanzando con pasos cautelosos hacia la precisión de sus vinos, todo ello con una intuición y elegancia insólitas.
Cada uno de sus vinos se encuentra disponible en una variante espumosa gracias al método ancestral, aportando así una dualidad de expresiones únicas.